domingo, 19 de noviembre de 2017

Los microplásticos




LOS MICROPLASTICOS



Cientos de especies animales, incluidos peces y moluscos, han acabado ingiriendo la basura que en forma de microplásticos se acumula en el mar, sin que hasta el momento se conozcan bien sus causas o consecuencias. Los últimos estudios sobre la materia señalan que hasta 529 especies salvajes se han visto enredadas en residuos marinos o afectadas por su ingesta, un riesgo mortal que se suma a los que ya afrontan decenas de estas especies en peligro de extinción.




Estos microplásticos se han definido como partículas de plástico que tienen un tamaño máximo de 5 mm. Los organismos marinos se han adaptado a las modificaciones de las condiciones ambientales (temperatura, pH, salinidad, CO2, etc.) y sus mecanismos fisiológicos han evolucionado para hacer frente a los cambios que se producen a través del tiempo geológico. Sin embargo, los desechos marinos, especialmente los plásticos, son sustancias nuevas, duraderas en la naturaleza, que solo han estado presentes durante menos de 100 años. Por lo tanto, aún no se producido el desarrollo evolutivo de las respuestas de adaptación de los organismos a estos materiales, y al ritmo veloz al que aumenta su presencia en el medioambiente, quizá no haya margen para que se dé.

                                 
El número limitado de estudios que abordan estas cuestiones emergentes, indican la necesidad de tomar serias medidas al respecto. A nivel europeo se han dado algunos pasos para la identificación, cuantificación y para la propuesta de medidas para mitigar este problema. Sin embargo, a pesar de la clara amenaza que suponen, de la creciente preocupación a nivel social y de la incipiente actuación de los organismos gestores nacionales e internacionales, las basuras marinas son un desafío global intersectorial que no reconoce fronteras geográficas o políticas. 

                                 

Sus impactos ecológicos y socioeconómicos negativos suponen una grave amenaza para el medio marino y costero y para los medios de vida humanos, que afecta a la salud humana y la seguridad; y a sectores económicos tales como la pesca, el turismo y la navegación. 
 
                                 

La contaminación de los océanos debido a los vertidos de plásticos no es sino otra mas de las consecuencias de la actividad humana y de su indolencia hacia las otras especies que comparten el planeta, incapaces como somos de pensar en el futuro legado que dejaremos a los que vendrán, porque damos prioridad al bienestar inmediato y al beneficio económico.



En un mundo en el que los gobiernos están más interesados de que sus miembros consuman a todas horas productos innecesarios envueltos en plásticos dorados y con colores brillantes para hacerlos los más atractivos posibles desde la más tierna edad de los consumidores, y que cada cierto tiempo se reúnen para hablar de la contaminación, aprobando medidas insuficientes que nunca acabarán con los vertidos a los océanos, porque para lograrlo sería necesario el consenso de todas las naciones del mundo y eso es, en mi opinión, algo casi imposible.