domingo, 6 de mayo de 2018

¿Podemos parar el crecimiento desenfrenado de los residuos electrónicos?

¿Podemos parar el crecimiento desenfrenado de los residuos electrónicos? De nosotros depende un consumo responsable y de las empresas el aporte en el mercado de productos respetuosos con el medio ambiente y la salud.


La producción de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos aumenta año tras año a nivel mundial. La basura electrónica no siempre se gestiona de forma adecuada, por lo que genera diversos impactos ambientales y para la salud. Los consumidores pueden asumir varias acciones para reducir estos desechos. En este artículo aprenderemos que los residuos electrónicos son un problema que van en aumento y que tenemos que tomar ciertas medidas para erradicarlo o más que sea disminuirlo. 



Según un informe de 2010 del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el mundo se generaron 40 millones de toneladas de basura electrónica anuales. Tres años más tarde, se produjeron casi 48,9 millones de toneladas de dichos residuos, un promedio de 7 kilos por cada uno de 7.000 millones de habitantes de la Tierra.
Los residuos electrónicos son muy contaminantes. Muchos de ellos contienen sustancias como fósforo, mercurio, cadmio o bromo que, sin una adecuada gestión, provocan daños muy graves al medio ambiente y a las personas que los manipulan. Ecolec, la fundación de los fabricantes e importadores de grandes y pequeños electrodomésticos encargada de gestionar sus residuos, asegura que un frigorífico mal reciclado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros, o que el fósforo de un televisor puede contaminar hasta 80.000 litros de agua.


La legislación europea indica desde 2002 que los Estados miembros deben gestionar y reciclar los residuos electrónicos de forma adecuada. La normativa señala unos porcentajes mínimos de reciclaje que cada año deben superarse, se cumplen en España, y en el caso de ciertos residuos, como las pilas, "se superan con creces".
Sin embargo, estos residuos no acaban siempre cómo y dónde deben. La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) ha denunciado el desvío de estos residuos a países de África y Asia con "escasas o nulas medidas de protección personal o de control de la contaminación". En concreto, señala que muchas veces se queman al aire libre y emiten partículas de cenizas volantes con metales pesados y otros materiales tóxicos para la salud, el suelo y las aguas superficiales. 

Pero, ¿Qué pueden hacer los consumidores?
Los consumidores deben ser conscientes de la importancia de una correcta gestión de los residuos electrónicos. El reciclaje de la basura electrónica ahorra dinero y recursos en su proceso de extracción de los materiales, una de las fases más agresivas con el medio ambiente. Recuperarlos requiere menos energía y se generan menos desechos que al extraerlos de la naturaleza, sin olvidar que muchos materiales (cobre, oro, plata o aluminio) son valiosos por sí mismos.
¿Y cómo pueden reciclar estos elementos?
 Los consumidores pueden depositarlos en el punto limpio más cercano, y saber que al comprar un electrodoméstico nuevo los responsables del establecimiento deben hacerse cargo gratis del antiguo. Asimismo, se pueden seguir los siguientes consejos para que los aparatos tengan una vida más larga y reducir así la generación de residuos:

  • Antes de decidirse entre la cada vez mayor variedad, hay que pensar cómo se utilizarán, para no adquirir elementos que gasten más energía de la necesaria o que no se tenga intención de usar.
  • Si no emplean en un tiempo, conviene apagarlos, o al menos los elementos que no se utilizan.
  • Evitar los de marcas desconocidas muy baratos, hechos por lo general con materiales de poca calidad que duran menos.
  • Actualizar sus componentes para que puedan realizar los servicios que se les demanda.
  • Antes de tirarlos, ofrécelo a un amigo o familiar o empléalo de otra forma, como ordenador para niños.
  • Entregarlos a organizaciones especializadas en reutilizar aparatos electrónicos y electrodomésticos. Diversas ONG distribuyen ordenadores usados entre colectivos desfavorecidos en España y en países en vías de desarrollo.

No obstante, alargar al máximo la vida de los aparatos no siempre es lo más conveniente desde un punto de vista ambiental. Antes de tomar cualquier decisión, es fundamental que cuentes con una buena información.

¡¡¡ÚNETE AL CAMBIO!!!

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